Esta fragancia de la familia olfativa Chipre- Frutal, que se lanzó al mercado en el año 1999, es una delicia minimalista altamente efectiva, un arma de seducción. Su acorde es sencillo, pero potente, y se conforma de olores de flores blancas, pachulí y toques aromáticos, avainillados y afrutados.
Sus notas de salida de pétalos de fresia africana, durazno y gardenia de California, se conjugan exquisitamente con un corazón de cilantro, rosa de Damasco y jazmín. Finalmente, su rico y natural fondo de vainilla, pachulí y vetiver cierran el círculo aromático de una manera exquisita.
Su estela es pesada y resulta altamente longeva sobre la piel, por lo que en ningún momento pasarás desapercibida. Es un perfume altamente versátil y puedes llevarlo a diferentes ambientes, sin embargo, se destaca en esos ardientes encuentros nocturnos.
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